Premios austríacos para lápidas funerarias: Proyectos con un diseño individual en vez de simples pantallas de piedra

En una larga conversación con su cliente, el cantero Johann Paar (segundo premio) llegó a la idea de su instalación flotante. Las hojas están labradas en mármol.

El jurado ha premiado la capacidad creativa, la elección del material, la elaboración y „el concepto espiritual”

La cultura funeraria está experimentando una transformación en muchos países de Europa. Las pocas ocasiones en que los ciudadanos aún quieren un entierro tradicional con una lápida, tiene que ser algo con una decoración individualizada. Para expresarlo de forma gráfica, ya no se busca la pantalla de piedra que informa sobre las fechas y los parabienes del difunto. Más bien, se busca una lápida que comunique algo sobre su personalidad.

Los premios austríacos para lápidas funerarias demuestran hasta donde se puede llegar con estos trabajos artísticos. El jurado ha premiado, entre otras cosas, la capacidad creativa, la elección del material y la elaboración. Y hay más. „También hemos valorado si había un concepto espiritual detrás de la idea“, explica el miembro del jurado Dr. Arnold Reinthaler, escultor y artista. Los canteros debían mostrar, en todo caso, que „la lápida y el cementerio eran importantes para ellos, y no solo una forma de hacer negocio”, avisó.

El cantero Johann Paar, que diseñó la lápida en la foto arriba, y recibió por ello el segundo premio, se enfrentó a un deseo radical: „Cualquier cosa, menos la mediocridad”. En una larga conversación con su cliente, llegó a la idea de su instalación flotante. Las hojas están labradas en mármol.

Se entregaron dos primeros premios. La imagen de la izquierda muestra una estela de piedra caliza Jura, que simboliza una escena de la historia del personaje bíblico Elias. La tumba se encuentra prácticamente en el jardín de la casa familiar, donde hay también otras estelas de madera. El cantero fue Raimund Fuchs. La lápida en la foto de la derecha llama la atención por su forma de rotar sobre si misma. Los agujeros en la piedra simbolizan sueños y burbujas de aire. (Ernestine Lehrer, Norbert und Werner Kienesberger).

Se entregaron dos primeros premios. La imagen de la izquierda muestra una estela de piedra caliza Jura, que simboliza una escena de la historia del personaje bíblico Elias. La tumba se encuentra prácticamente en el jardín de la casa familiar, donde hay también otras estelas de madera. El cantero fue Raimund Fuchs.

La lápida en la foto de la derecha llama la atención por su forma de rotar sobre si misma. Los agujeros en la piedra simbolizan sueños y burbujas de aire. El diseño es una idea de la cantera Ernestine Lehrer. La realización corrió a cargo de Norbert y Werner Kienesberger.

El tercer premio fue para la lápida con el nombre „Ruhe mit Aussicht” (Descanso con vistas), que toma contacto con el espectador y nos sumerge en la reflexión. El cantero fue Rudolf Wienerroither.

El tercer premio fue para la lápida con el nombre „Ruhe mit Aussicht” (Descanso con vistas), que toma contacto con el espectador y nos sumerge en la reflexión. El cantero fue Rudolf Wienerroither.

Se entregaron dos reconocimientos. Uno para la estela dedicada al tema del tiempo, al que hace referencia con un reloj de arena real que se puede girar, y con un poema. Ambos contrastan con la durabilidad de la piedra (cantero: Burgmeister).; ...

Se entregaron dos reconocimientos. Uno para la estela dedicada al tema del tiempo, al que hace referencia con un reloj de arena real que se puede girar, y con un poema. Ambos contrastan con la durabilidad de la piedra (cantero: Burgmeister).

La lápida que lleva el título „Hallo mein Freund” (Hola, mi amigo) esconde varios mensajes. Parece discreta, porque el fallecido apreciaba la anonimidad de la ciudad. Pasó un tiempo en Japón, lo que se refleja mediante un típico poema corto. El pequeño árbol parece surgir de la seca piedra, así como el homenajeado hizo su camino a través de la vida. Al fin y al cabo, se trataba de realizar una lápida con un coste bajo (cantero: Kienesberger Steinmetzmeister).

La lápida que lleva el título „Hallo mein Freund” (Hola, mi amigo) esconde varios mensajes. Parece discreta, porque el fallecido apreciaba la anonimidad de la ciudad. Pasó un tiempo en Japón, lo que se refleja mediante un típico poema corto. El pequeño árbol parece surgir de la seca piedra, así como el homenajeado hizo su camino a través de la vida. Al fin y al cabo, se trataba de realizar una lápida con un coste bajo (cantero: Kienesberger).

Los ganadores, los miembros del jurado y los funcionarios. Foto: Wilfried Hummel.

Steinkunst Paar, Johann Paar

Leben mit Stein, Raimund Fuchs

Kienesberger Steinmetzmeister, Norbert und Werner Kienesberger

Rudolf Wienerroither (Mail)

Stein Baumgartner

Fotos: Empresas

(27.04.2016)