(Julio 2011) La parte exterior del edificio tiene algo que recuerda a las escamas de un pez, y la enorme ventana de la planta baja se podría comparar con las fauces abiertas de un tiburón. No queremos exagerar demasiado, pero el nuevo Museum of Liverpool es, sin duda, un edificio singular.
Para empezar, se ha construido en una parte de la ciudad pegada al agua, y clasificada por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, donde, por este motivo, los cambios no suelen ser bienvenidos y se analizan de forma muy crítica. A esto también contribuye el hecho de que el proyecto del edificio lo presentase el despacho danés de arquitectos 3XN, conocido por sus originales diseños. La fachada fue realizada por los especialistas daneses E. Pihl & Søn. Ya comentamos en nuestra edición de marzo 2010 la colaboración entre ambas firmas en la construcción del Horten Headquarter en Copenhague.
En esta ocasión, los arquitectos otorgaron al edificio, a lo largo, ese aspecto escamoso que hemos mencionado, conseguido mediante la original colocación de las placas de piedra caliza Jura. Las losas, de 3 cm de grosor, proporcionadas por la asociación de talleres del mármol de Kaldorf, en Alemania, fueron pre-montadas en un módulo de soporte de acero. Mediante la técnica de montaje aportada por la empresa alemana Keil, este módulo se fijó a la estructura de la construcción.
Los puntos de fijación son invisibles. Por lo tanto, las numerosas líneas de la superficie, así como el juego de luces y sombras que tiene lugar entre las zonas elevadas y las hundidas, dan al edificio un interesante aspecto inquieto.
La parte frontal ofrece un aspecto totalmente opuesto, con sus grandes ventanas de diseño convencional, soportadas por losas sencillas y rectangulares del mismo material. En este caso, el ojo del espectador reconoce inmediatamente el patrón que siguen las juntas.
El museo, inaugurado en estos días, quiere ilustrar la historia de la ciudad hasta llegar a los tiempos modernos, incluyendo la industrialización y la música rock.
Vereinigte Marmorwerke Kaldorf
Fotos: E. Pihl & Søn
Los alrededores del museo también se han rediseñado para convertirse en un lugar igualmente interesante para turistas y locales, ya sea para soñar con el gran viaje transoceánico o sólo para disfrutar del pintoresco escenario. La piedra natural ha jugado un papel importante en el diseño de la nueva plaza.
Un elemento decisivo en el plan general diseñado por los arquitectos de AECOM fue el nuevo canal, excavado en la mitad del terreno, pasando por al lado del famoso edificio conocido con el nombre de „The Three Graces“ („Las tres Gracias“), y pone a los visitantes casi en contacto directo con el agua. Allí donde el canal discurre descubierto y se amplía formando piletas, la plaza sigue ese recorrido en forma de escalones.
Se ha utilizado un granito de un tono cálido, en consonancia óptica con la llamativa fachada de „Las tres Gracias“. Para el suelo, se ha utilizado un tipo de granito más oscuro. Los distintos tamaños de las placas de piedra dan más vida al conjunto.
Otro de los atractivos de esta remodelación es el borde del muelle, con asientos que recuerdan en su diseño a los bolardos donde se amarran los barcos. También sirven para evitar que los automóviles caigan al agua.
También el pavimento presenta una particularidad: las líneas en piedra de tonos claros y oscuros atraviesan las calles y las aceras, retomando la alineación de los edificios. Además, también tienen el objetivo de mantener el tráfico rodado a una velocidad razonable y de ampliar ópticamente el terreno.
Los tipos de piedra utilizados son los granitos chinos G682, G399, G654, G390 y el portugués Lapa Grey. El proyecto recibió el año 2010 el premio británico de piedra natural y el Riba Cabe Public Space Award del Royal Institute of British Architects (RBA).
Fotos: AECOM