(Agosto 2009) Quien tenga miedo de, por ejemplo, los lagartos no debería colocar el dragón de Komodo de Ongky Wijana en la terraza. La escultura de piedra caliza del artista balinés es tan realista que, en un descuido, uno podría pensar que el animal se le acaba de colar en el jardín buscando una presa.
Wijana desciende de una larga tradición de escultores. Ha creado obras de piedra con diseños tradicionales de su país para hoteles, templos o villas privadas. A través de su mujer, entró en contacto con la cultura occidental. Poder conocer otros métodos de trabajo de los canteros y también otro paisaje natural le ha resultado „muy enriquecedor“.
La precisión casi increíble de sus obras despierta gran admiración. No sólo el dragón de Komodo parece cobrar vida. También Billy, el perro de piedra caliza roja, podría alargar el cuello y olisquear el aire en cualquier momento. Para crear sus obras, a Wijana le basta con una foto del modelo.
Wijana escribe: „Espero poder visitar Europa más a menudo para ver lo que están haciendo allí los escultores modernos y los tradicionales.“
Fotos: Reg Jones
