(Diciembre 2010) Por un lado, el edificio es una amalgama de distintos estilos; por otro lado, desborda con la belleza de sus detalles en piedra, cerámica, ladrillo y vidrio. En su interior se encuentra un bosque de columnas, en sus almenas hay bolas tan coloridas como un puesto de frutas.
En esta obra se trabaja desde hace más de 120 años, y quizá se consiga acabarla en el 2026, para el 100ª aniversario de la muerte del arquitecto. Hablamos de la basílica de la Sagrada Familia en Barcelona, que ha sido consagrada como iglesia por el Papa en noviembre.
Su arquitecto, Antonio Gaudí (1852-1926), era un exitoso arquitecto modernista antes de dedicarse por completo al proyecto de su vida: la construcción del Templo Expiatorio de la Sagrada Familia. Queremos mencionar aquí especialmente su Casa Milà, también conocida como „La Pedrera“, en el número 92 del Paseo de Gracia barcelonés, con su fachada ondulada de piedra natural. Este edificio forma parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La idea de usar formas orgánicas en la arquitectura y el diseño atraía a Gaudí. El techo abovedado de su basílica resulta tan fascinante porque aúna la naturaleza impetuosa y salvaje con los principios racionales y repetitivos de las matemáticas. Porque Gaudí era también un maestro de los diseños geométricos y los cálculos estáticos.
También era un osado visionario, que analizó las antiguas catedrales góticas que se han mantenido durante siglos, analizando sus problemas y desarrollando mejoras, por ejemplo, la estructura arborística de las columnas, en aquel entonces una idea revolucionaria para resolver el problema de la distribución de las cargas. También jugó un papel modernizante en lo que se refiere al uso de materiales: utilizó para su iglesia un hormigón reforzado con malla de acero para el que el francés Joseph Monier había conseguido un patente sólo 15 años antes.
Las columnas del templo se componen de este hormigón reforzado con acero y están revestidas con basalto gris y distintos tipos de granito de colores. Los revestimientos de las paredes interiores y exteriores y los numerosos detalles decorativos son verdaderas orgías de piedra natural. Especialmente dignas de mención son la fachada del Nacimiento y la fachada de la Pasión, con sus elaboradas tallas de piedra. En la página web se ofrece información sobre las piedras utilizadas.
El templo fue nombrado Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2005, y es actualmente un referente de la ciudad de Barcelona y uno de los monumentos más visitados de España. Un museo en su interior informa sobre los trabajos preparatorios de Gaudí y muestra, entre otras cosas, el modelo de cables colgantes que utilizaba para realizar complicados cálculos estáticos.
Gaudí dedicó los últimos años de su vida exclusivamente a esta iglesia, a la que consideraba cada vez más una especie de misión divina. El arquitecto falleció tras ser atropellado por un tranvía.