La empresa británica The Stonemasonry ha utilizado cables de acero tensados para una original construcción
Los arquitectos siempre han soñado con crear estructuras que se elevan de forma ligera y harmónica, para simbolizar la elevación de la humanidad sobre la monotonía de la vida cotidiana, según explica la empresa británica The Stonemasonry Company en el folleto de descripción de su proyecto. Y, de hecho, sus canteros han construido una escalera que responde a ese ideal: los escalones se balancean en las alturas sin soporte, y giran además casi completamente sobre si mismos.
El secreto de esta construcción, que se encuentra en una casa privada de Cheshire, en el noroeste inglés, es el soporte de cables de acero y la aplicación de modernos conocimientos de ingeniería.
A través de los escalones pasan 2 cables de acero de 12 mm de grosor, y cada uno de ellos está tensado con 15 t de fuerza.
El término técnico en inglés es „post-tensioned“, es decir, pos-tensado. En otros lugares se ha establecido la denominación „pre-tensiones” (pre-tensado), lo que puede dar lugar a confusiones, ya que, naturalmente, el cable solo se puede tensar a través de los escalones después de que la escalera haya sido finalizada y colocada sobre una estructura de soporte.
Posteriormente, esa construcción de soporte se retira. En el caso que nos ocupa, una de las particularidades fue la subestructura de dos plantas, ya que nuestra escalera flotante se eleva hasta el segundo piso.
Los cables están tensados mediante gatos hidráulicos. Disponen, en cada extremo, de dispositivos especialmente diseñados que ayudan a mantener la tensión y están anclados en placas metálicas.
Los canteros de The Stonemasonry, de Lincolnshire, se dedican a este tipo de construcciones desde 2010, y han acumulado ya una gran experiencia, con 8 escaleras con cables pos-tensados y 6 con cables reforzados.
La ligereza de la construcción se debe a un gran trabajo de reflexión.
Hay que saber qué tipo de piedra es la adecuada para las necesidades del proyecto, y comprobar su idoneidad mediante diversos tests. De otra forma, se corre el peligro de que la tensión de los cables destruya los escalones. Se trata, sobre todo, de la dureza del material. En este caso, los participantes se decidieron por la piedra caliza francesa Combe Brune.
También tiene que existir una relación óptima entre el grosor de la piedra (= peso) y la tensión necesaria que depende de factores como el ángulo de inclinación. Cada escalón tiene 1,30 m de ancho y pesa 150 kg. En 22 escalones por piso, esto supone un peso total de 6,6 t.
Con igual exactitud, se tiene que decidir a través de qué puntos se pasan los cables de acero por los escalones.
Y los canales para los cables de acero tienen que se taladrados con extrema precisión.
Pierre Bidaud, director de proyecto en The Stonemasonry, no se cansa de resaltar la colaboración del despacho londinense de ingenieros Webb Yates Engineers. „Hemos trabajado con ellos durante 8 años. Han desarrollado todas las cuestiones técnicas de ingeniería junto con nosotros.”
No obstante, la estabilidad de la construcción no se basa en los cables, sino en el gran peso que caracteriza la piedra. Los escalones se soportan a si mismos, gracias al contrapeso en la parte superior e inferior. El principio se puede comparar con el de los antiguos puentes con arco, en los que la piedra clave, en el centro, mantiene al resto de piedras en su sitio. La función de la piedra clave la realizan aquí los cables.
Por esta razón, Bidaud menciona también que su proyecto se basa en experiencias con construcciones similares en Francia, Gran Bretaña, y en los trabajos del Prof. Giuseppe Fallacara, de la Universidad de Bari.
El arquitecto fue Stephen Lavin.
La colocación de los escalones tuvo lugar sin medidas especiales. „Hemos utilizado el sistema de juntas habitual en cualquier escalera en voladizo”, explica Pierre Bidaud.
Para finalizar: ¿Se trata realmente de la única construcción con un giro de 320° a nivel mundial, tal y como se indica en el prospecto?
Pues no lo sabemos, y los participantes le quitan importancia a esa afirmación con típico humor británico. En una fotogalería sobre el proceso de construcción, muestran un cuadro de William Blake, que pintó en una de sus obras la escalera al Cielo de Jacob al cielo con los ángeles.
„¡Ahora ya solo nos faltan los ángeles!”, escriben.
(28.05.2016)