Según el dicho, la cabeza es redonda para que los pensamientos puedan cambiar de dirección. Esa podría ser la razón por la que las líneas curvas, en solitario o combinadas entre ellas, están tan presentes en la decoración de la nueva Library of Birmingham (Biblioteca de Birmingham).
Sobre este tema nos escribe Francine Houben, del despacho holandés de arquitectos Mecanoo: el edificio es „una oda al círculo“.
En el suelo de la entrada se ha utilizado pizarra brasileña, tratada con los medios del Surface-Care-System de la empresa italiana Fila, que comentaremos más adelante.
El exterior no anticipa la función del edificio: se trata de varios cubos colocados unos sobre otros. Alrededor, un diseño de círculos cubre los ventanales azules y el piso dorado donde se encuentra el archivo. En la parte superior, llaman la atención dos cilindros.
En cualquier caso, la apariencia del edificio sí anima a los pasantes a visitarlo para ver qué se cuece dentro. Así, la arquitectura consigue lo que tiene que ser una biblioteca: un edificio que despierte la curiosidad, que ponga preguntas y respuestas a disposición de sus visitantes, y que les inspire.
En el interior, se abre a los visitantes un círculo que sirve de eje central sobre los diez pisos de la biblioteca.
Resultan llamativas esas plantas donde las estanterías de libros llegan hasta las escaleras mecánicas. La atmósfera aquí resulta futurista, y algunos pueden fácilmente imaginarse que han sido trasladados en el espacio y el tiempo.
En los espacios abiertos anexos vuelven a aparecer los círculos, esta vez en forma de lámparas que cuelgan del techo, como ovnis volando en formación.
La luz del día llega aquí hasta lo más profundo del edificio, reflejada mediante baldosas de cerámica con un toque de mármol en la superficie. Cuando se mira hacia fuera, se ven los círculos de la fachada desde dentro. En días soleados, sus sombras se mueven sobre el suelo del interior.
En la parte superior del tejado se encuentran 2 cilindros. En uno de ellos finaliza el eje central. En el otro se encuentra la Shakespeare Memorial Room, que tiene su origen en el año 1882. Aquí se encuentra, entre otras cosas, el First Folio del escritor, la primera publicación de su obra.
En el sótano se sitúa un círculo más, llamado „Anfiteatro“. En la cubierta del suelo volvemos a encontrar los círculos de la fachada, creados aquí mediante tres tipos de granito, de distintos colores, y tiras de acera inoxidable.
Se eligió pizarra brasileña para el área de entrada porque tanto su color como su durabilidad y resistencia al deslizamiento cumplían con los requisitos que el equipo de arquitectos consideraba necesarios, según nos explica Machteld Schoep, de Mecanoo. Un dato más sobre el uso del edificio: desde su inauguración en 2013, ha recibido ya más de 1,5 millones de visitantes.
En total, se han colocado 1.800 m² de pizarra, parte de ellos también en el cercano Rep Theatre, renovado también por Mecanoo. En el tercer piso de la biblioteca, donde se encuentra una terraza pública con un espacio verde, también se ha utilizado piedra natural para el suelo de la entrada. Los trabajos con pizarra fueron llevados a cabo por la empresa WB Simpson & Sons.
Para la primera limpieza de la piedra tras su colocación, se ha utilizado Fila Cleaner, según informa la empresa Fila: „Finalmente, las superficies se trataron con FILAW68, un producto de protección contra las manchas a base de agua, ideal para superficies porosas tanto en el exterior como en el interior. El tratamiento sella y protege sin formar película y sin afectar la óptica del material. Ambos productos pertenecen a la línea Fila Green“.
El edificio ha recibido el segundo nivel más alto de certificado británico BREEAM para arquitectura sostenible.
Fotos: Christian Richters