La Comisión Europea pregunta: Denominación de Origen Protegida para la piedra natural?

Los productos agrícolas (quesos: el parmesano.., vinos: Bordeaux.., frutas y verduras, etc.) de un origen geográfico particular que posean cualidades determinadas o se fabriquen siguiendo métodos tradicionales pueden acogerse a la protección de la indicación geográfica en toda la UE (por ejemplo, el queso parmesano). No obstante, los productos no agrarios (por ejemplo, el mármol,la cerámica…) no gozan hasta la fecha de una protección unitaria de la indicación geográfica a escala de la UE, más allá de las legislaciones nacionales.

La Comisión Europea ha puesto en marcha una consulta del Libro Verde sobre la posible ampliación de la protección de la indicación geográfica a los productos no agrarios. Se invita a todas las partes interesadas (consumidores y productores, distribuidores y autoridades locales, entre otras) a enviar sus observaciones y sugerencias hasta el 28 de octubre de 2014. La Comisión publicará los resultados de la consulta y los tendrá en cuenta al estudiar si procede tomar nuevas medidas a escala de la UE.

El Libro Verde consta de dos partes. En la primera se plantean preguntas acerca de los medios actuales de protección ofrecida a nivel nacional y de la UE y de los posibles beneficios económicos, sociales y culturales que podrían alcanzarse mediante la mejora de la protección de la indicación geográfica en la UE. La segunda parte incluye preguntas más técnicas para recabar las opiniones de las partes interesadas sobre las posibles opciones de protección de la indicación geográfica en toda la UE para los productos no agrarios.

Michel Barnier, comisario de Mercado Interior y Servicios, ha declarado lo siguiente: „La Unión Europea es rica en productos basados en conocimientos y métodos de producción tradicionales, que suelen estar enraizados en el patrimonio social y cultural de un lugar concreto, desde el cristal de Bohemia hasta los tartanes escoceses, pasando por el mármol de Carrara y los tapices de d’Aubusson. Estos productos no solo forman parte de las competencias y los conocimientos europeos, sino que también tienen un potencial económico considerable, que quizás no estemos explotando plenamente. La ampliación de la protección de la indicación geográfica a los productos de este tipo a escala de la UE podría reportar considerables beneficios potenciales para las pymes y las regiones europeas. Esto podría ayudar a preservar nuestro patrimonio único y diverso, además de aportar una contribución significativa al empleo y el crecimiento en Europa.”

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(28.08.2014)