Pared de ónix de Mies van der Rohe en la fachada de la sede de Allianz, en Zúrich

Las directrices no podían ser más contradictorias: por un lado, la torre de oficinas debía ser abierta y transparente, ya que allí se encuentra la sede del grupo Allianz. Por otro lado, el plan general del edificio en el terreno Richti, en el barrio de Wallisellen, preveía paredes de piedra natural. El despacho holandés de arquitectura Wiel Arets encontró la solución en Ludwig Mies van der Rohe: son famosas las paredes de su pabellón, creado para la Exposición Universal de Barcelona en 1929, una de las cuales es de ónix translúcido. Y algo así es lo que caracteriza también ahora a la fachada de la torre de 20 pisos y del edificio anexo de 5 plantas.

De esta forma, la decoración de la fachada se puede entender también como un homenaje al gran arquitecto germano-estadounidense (1886-1969) de la modernidad. Mies, por cierto, era hijo de un cantero y su nombre completo era Maria Ludwig Michael Mies.

Las paredes exteriores del edificio están diseñadas como una especie de „segunda piel“. Se trata de una versión desarrollada de las antiguas ventanas de marco: las piezas individuales consisten en ventanas dobles, e incluso triples, que están cerradas herméticamente y tienen un fuerte efecto aislante. Colocadas unas al lado de otras, forman la fachada.

Wiel Arets Architects: Allianz Headquarters, Zúrich.

En la sede de Allianz, sólo las placas de vidrio del interior llevan una foto del ónix. La forma en la que se han colocado estas imágenes consigue que el patrón de la piedra cambie según cómo lo ilumine la luz solar.

Si bien se pueden hacer fotos de superficies de ónix en muchos sitios, los arquitectos de Wiel Arets viajaron hasta Barcelona para fotografiar el famoso pabellón de Mies. Las imágenes se pixelaron después mediante ordenador y se trasladaron al blanco y negro.

Wiel Arets Architects: Allianz Headquarters, Zúrich.

Por la forma en que las fotos están colocadas sobre las ventanas, se crean una especie de aparentes estructuras de soporte desde la cumbre del edificio hasta la planta baja, colocadas de forma desplazada unas sobre otras.

Y, por si esto no fuera suficiente decoración para la fachada: en los marcos de las ventanas se encuentran cortinas que sirven para dar „una atmósfera más acogedora a los sobrios puestos de trabajo“, según nos escribe John Bezold, portavoz del despacho de arquitectos.

Wiel Arets Architects: Allianz Headquarters, Zúrich.

Puesto que las cortinas están recubiertas de aluminio, las imágenes nos recuerdan a la nieve cuando le da el sol. „La nieve es una buena comparación“, responde John Bezold, „suave ligera y acogedora“. Un sistema computerizado mide las condiciones atmosféricas exteriores alrededor del edificio y pone en movimiento automáticamente la protección solar.

Una particularidad del interior es que la cafetaría y el restaurante se encuentran en el 5° piso, no en la planta baja. El piso justo debajo se utiliza como „Business Center“, y es donde los empleados de Allianz reciben a sus visitantes.

Wiel Arets Architects: Allianz Headquarters, Zúrich.

Varios puentes unen la torre con el edificio adyacente de 5 plantas, en el tejado del cual se encuentra una terraza para los trabajadores.

Wiel Arets Architects: Allianz Headquarters, Zúrich.

En ella, llama la atención uns arces rojos japonéses, un tipo de árbol que también se encuentra en las instalaciones del mismo piso.

El edificio cumple con los estándares suizos de bajo consumo energético.

El área Richti, en barrio zuriqués de Wallisellen, era un antiguo polígono industrial y ha permanecido largo tiempo abandonado. Ahora, el barrio empieza a revivir con la construcción de viviendas y oficinas. Uno de los nuevos edificios es el Konradhof, con fachada de travertino.

Wiel Arets Architects

Barcelona Pavillon

Richti-Areal

Fotos: Jan Bitter

(29.09.2014)