La naturaleza es el tema central de las obras de la artista canadiense Mary Anne Barkhouse. Pero su punto de vista sobre los animales y la naturaleza no está lleno de romanticismo. Se trata más bien de la relación entre el hombre y la naturaleza.
Mary Anne desciende de los Kwakiutl First Nation. Las „First Nations“ es el nombre que se da en Canadá a las tribus indígenas que aún existen como, por ejemplo, los inuit.
En muchos de sus trabajos se refleja la larga tradición narrativa de las culturas de las First Nations. La familia juega un papel central como punto de reunión y transmisión de esas historias.
Uno de sus trabajos se encuentra en el Canadian Museum of History, en Quebec: „’namaxsala“ (Viajar juntos en un bote, ver foto arriba), es el título. Se trata de una experiencia de su abuelo, que una vez transportó un lobo en bote hasta el otro lado del río. „Dejar que un lobo se suba a la barca y llevarlo al otro lado requiere una gran compasión por otros seres vivos“, así se explica la artista en un vídeo en la web del museo la inusual acción de su abuelo.
Mary Anne también se ha inspirado en algunas de esas historias para sus diseños de joyas.
Por ejemplo, el colgante hace referencia a una historia de cuando su abuelo atrapó una ballena con la red cuando había salido a pescar salmones.
En el brazalete se cuenta la historia de forma más completa. Y acaba con el abuelo liberando a la ballena, aunque tuvo que cortar la valiosa red para ello.
En algunas de sus obras utiliza también piedra natural. Y esas son las piezas que queremos mostrar, a pesar de que la piedra juega un papel secundario.
„Three Graces“ (Las tres Gracias) representan 3 castores en un bloque de granito. El nombre de la obra hace referencia a las antiguas diosas de la gracia, y el conjunto tematiza la belleza de la naturaleza intacta. La superficie de la piedra está pulida, de forma que parece humedecida con agua.
Michael Belmore, un artista de los Ojibway First Nation, ha colaborado en numerosas obras con Mary Anne Barkhouse, y se ha ocupado de los trabajos en piedra.
Así fue, por ejemplo, en la pieza „Colony“. Aquí, el bloque de granito muestra un mishipeshu. Se trata de una pantera subacuática mitológica que, al igual que las antigüas gárgolas, ofrece protección a los habitantes de la casa. En este caso, protege al castor, que vive en el agua. En la escena representada el castor sujeta con las patas un trozo de árbol que probablemente se comerá después o utilizará para sus construcciones.
Mary Anne se formó en el Ontario College of Art, de Toronto, y se graduó con honores. Trabaja con muchos materiales. En un pdf, con el bonito título de „Viejos rockeros nunca mueren, sino que hacen instalaciones artísticas“ („Old punk rockers never die, they just do installation art“), se explican sus técnicas de forma más detallada. El título hace referencia a la experiencia de Mary Anne como bajista de una banda punk antes de iniciar sus estudios.
Desde hace algún tiempo, prefiere dedicarse a obras pensadas para ser colocadas en espacios públicos.
Por ejemplo, las tres piezas de la instalación „Echo“, en el Joel Weels Park de Toronto, con ardilla, castor y zorro.
En „Esker“ el hombre entra en escena con ayuda de la piedra. Placas de piedra surgen de la tierra formando un camino y desembocan en un muro de piedra seca. La obra hace referencia a los inmigrantes irlandeses, que aportaron este tipo de límite para los campos de cultivo.
Los personajes principales de „Esker“ son un lobo joven y uno viejo, que se miran con intensidad. La obra representa el eterno proceso de desaparecer y resurgir de la naturaleza.
Queremos señalar algo más: Tal y como las representa Mary Anne, todos estos animales parecen poseer sabiduría. Uno podría pensar que entenderían el mundo y el curso de los acontecimientos mejor que los hombres.
Bueno, quizá sea realmente así.
„Old punk rockers never die, they just do installation art“
Fotos: Mary Anne Barkhouse
(25.09.2015)