La escultora francesa encuentra inspiración en la naturaleza del lugar donde vive en el departamento de Var
Cuando hablamos sobre plantas pensamos en hojas verdes y la fragancia de las flores. La escultora francesa Elsa rompe con estas expectativas: Sólo presenta las hojas, y suelen ser de pizarra oscura.
Y, no obstante, las formas y estructuras de sus hojas son muy ricas, casi tanto como en la naturaleza.
Hay piedra pulida, que hace que las hojas parezcan cubiertas con una capa de cera,…
… a veces hay combinaciones complejas,…
…de vez en cuando, se ven hojas que casi no se pueden distinguir de las plantas reales, como el gingko de esta foto.
Algunos fragmentos de pizarra de colores sirve en ocasiones para dar un toque adicional.
Elsa conoció el mundo de la escultura de la mano de su padre. Hoy, esta treintañera dispone de un atelier cerca del Gran Cañón del río Verdon, en el departamento de Var.
Y tuvimos que preguntar porqué se va uno a vivir a las ásperas montañas cuando su inspiración son los motivos florales. Quizá, especulamos, extrae su inspiración del hecho de que estas tierras fueran hace mucho tiempo un arrecife tropical con una flora exuberante.
Con sobriedad, sin estridencias, Elsa reflexiona sobre sus razones. „Fue la vida la que me trajo al sur“, nos escribe en su respuesta, „y la inspiración botánica puede venir del diente de león que crece en medio del cemento de la ciudad.“
Igual de modesta se muestra sobre su preferencia por la pizarra. Si bien nació en el Macizo Central, donde hay mucha piedra de ese tipo. „Pero no había pensado nunca en trabajar con ella, aunque siempre me ha gustado mucho su aspecto.“
Fue una casualidad lo que le llevó a trabajar con esta piedra. „Así empezó la aventura.“
Actualmente, participa a menudo en exposiciones en Francia y en el extranjero.
También pasó una temporada, varios meses de invierno, en Dinamarca trabajando en una obra monumental.
En su taller de Bargème, en una localidad del departamento de Var a unos 1000 m de altura, expone sus obras en el verano, y también recibe a visitantes y turistas. Además, se la puede encontrar en el taller. „Actualmente, paso allí entre 10 y 12 horas al día, porque adoro mi trabajo“, dijo en una entrevista con la revista francesa Pierre Actual (Octubre 2014). „Es más que un trabajo, es mi pasión.“
Además, no muy lejos, en dirección al mar Mediterráneo, se encuentran los campos de lavanda alrededor de Grasse, la ciudad de los perfumes.
Con lo que volvemos al tema de las hojas verdes y las flores fragantes.
Fotos: Elsa
(19.01.2016)
