La empresa Odyssey fabrica los ricos detalles decorativos con representaciones de animales y plantas
La nueva Puerta Torana tiene 10 m de alto y 7,3 m de ancho, revestida con una elaborada decoración de piedra arenisca, y se encuentra en el barrio Brickfields, en la capital de Malasia, Kuala Lumpur. Es un regalo del estado indio y fue inaugurada en noviembre de 2015, con la presencia de los primeros ministros Narendra Modi (India) y Najib Razak (Malasia).
El objetivo era mostrar la cercanía entre ambos países y su relación cultural, según se indicó en el discurso oficial. Así, la puerta es un elemento importante del budismo y del hinduismo, y reproduce simbología de ambas religiones.
Las puertas toranas son la separación entre la zona religiosa y la mundana en la entrada a los grandes templos, por ejemplo, la estupa en la ciudad india de Sanchi. Normalmente, constan de 2 pilares con arquitrabes transversales.
En la puerta de Brickfields, los arquitectos de Akshay Jain and Associates, con sede en Nueva Delhi, han redoblado esta forma tradicional. Las decoraciones de piedra muestran, entre otros, el árbol de Bodhi, bajo el que Siddharta Gautama recibe las revelaciones; flores de loto, símbolo de pureza, o escenas de los cuentos jakata.
La empresa india Odyssey, con sede en Noida (Uttar Pradesh), ha trabajado 48 t de piedra para esta obra. Los especialistas en diseño de piedra natural ganaron el concurso en competición con otros 16 solicitantes.
Las decoraciones están labradas en placas de, al menos, 7,5 cm de grosor, y fueron realizadas por Odyssey en sólo 4 meses. Para ello usaron tanto herramientas tradicionales como maquinaria CNC y de chorro de agua, tal y como nos explica Ruchika Grover, fundadora de la empresa y experta en decoración con piedra natural.
La Puerta Torana, con un presupuesto de 1,1 millones de dólares, no fue un proyecto fácil desde el punto de vista político, tal y como se deduce de algunos comentarios al margen por parte de la prensa de habla inglesa. Hubo discusiones sobre el tema de la decoración, y también sobre si no deberían participar además empresas malayas. Tras 5 años de negociaciones, se alcanzó una acuerdo.
De entre la población malaya, de unos 30 millones, unos 2 millones son de origen indio, escribe la prensa. Brickfields lleva el sobrenombre de Little India, con numerosas tiendas y una „vibrante comunidad india“.
Fotos: Odyssey
(24.01.2016)