La Thomas Heftyes Plass invita ahora a los ciudadanos a pasar un rato, sin la antigua cubierta de asfalto
A veces, son pequeños rincones los que hacen una ciudad agradable a sus vecinos. La ciudad de Oslo ha conseguido crear uno de esos lugares con la Thomas Heftyes Plass. Anteriormente, la superficie era un desierto de asfalto con un quiosco y una parada de taxi. Casi nadie quería pasar un rato allí, como mucho iban de paso hacia algún otro sitio.
Ahora, la fea esquina ha sido decorada de forma sencilla: la superficie libre tras la demolición del quiosco ha sido cubierta con un pavimento de granito; se han colocado árboles y bancos, y una par de escalones que igualan la pendiente.
Como delimitación frente al tráfico en uno de los lados de la calle, sirve un pequeño muro.
Todo esto es poco espectacular, pero parece surtir efecto. Cuando hace buen tiempo, los vecinos se sientan en los bancos, o se quedan de pie un momento, antes de desaparecer en sus viviendas.
Una idea especial son las tiras rojas en el suelo, que recuerdan al propio Thomas Heftyes, fundador de la Asociación Noruega de Trekking, que ha señalado numerosos caminos en el país con marcas rojas.
La decoración de la plaza corrió a cargo de Grindaker Landskapsarkitekter. El granito de China lo proporcionó la empresa Jogra.
Fotos: Grindaker Landskapsarkitekter
(25.04.2016)