Las 4 nuevas colinas que han creado los paisajistas de West 8 han convertido la isla frente a Manhattan en un parque
Los que asistieron a las visitas antes de la inauguración en julio de 2016, dicen que los bloques de piedra están colocados de forma que prácticamente hay que escalar.
Hablamos del nuevo Outlook Hill, en Governors Island, en Manhattan. Su cima, a unos 27 m de altura, se puede alcanzar mediante un camino normal de asfalto, o bien tomar un atajo escalando por los bloques de piedra.
Los que consiguen superar la corriente de piedra y llegar arriba, pueden dejar volar la fantasía: los bloques eran parte de un malecón de Governors Island, y las piedras con formas más regulares se podían ver desde el agua, mientras que los otros controlaban la masa de tierra detrás del muro.
Cuatro colinas artificiales, de distintas alturas, forman la parte central del nuevo diseño de la isla, que pretende convertirla en un lugar de ocio para los neoyorkinos y los turistas. Este terreno antes árido y plano ofrece ahora vías para caminantes, praderas para relajarse, un par de toboganes de tamaño considerable, y, no menos importante, unas vistas maravillosas sobre la Liberty Island donde se encuentra la Estatua de la Libertad; Ellis Island, donde llegaban antiguamente los inmigrantes; la costa de New Jersey; al frente, las instalaciones del puerto de Brooklyn y en el centro, elevándose a las alturas, el skyline de Lower Manhattan.
Las colinas han sido creadas con escombros de la isla, residuos de los altos hornos y ligera piedra pómez. Un planteamiento geotécnico especial asegura la estabilidad de las colinas. A esto se añade una repoblación forestal muy bien pensada, con 860 árboles y más de 41.000 arbustos.
Pero el objetivo de los paisajistas de West 8 Urban Design and Landscape Architecture no era crear una especie de Disneylandia. Más bien, querían componer un paisaje inspirado en un modelo natural, con vegetación seleccionada en base al clima local, que pueda soportar el roce con el agua salada, y que, con su arraigo en al isla, ofrezca también protección a los edificios locales frente a las tormentas.
No obstante, los bordes de cemento de los caminos asfaltados dejan claro que se trata de colinas artificiales. Sus líneas claras se destacan sobre el paisaje.
También el paseo marítimo, de 2,2 millas, está ya abierto para paseantes y ciclistas. En 2014, la zona ya contaba con centros de juegos y deportes y otras actividades para el público.
Una de las atracciones en las colinas es la instalación artística „Cabin” (Cabaña), de Rachel Whiteread, que ha creado un molde de hormigón a partir del interior de una sencilla cabaña de campo, y la ha colocado en la Discovery Hill. La idea es que la pieza crezca poco a poco. A su alrededor se encuentran moldes de bronce de residuos.
En las visitas previas a la inauguración, algunas personas comentaron que la cabaña de hormigón les recordaba a Henry David Thoreau, que se retiró a una casita similar en los bosques de Nueva Inglaterra en 1845, para vivir en armonía con la naturaleza.
En algunos pasajes de su famosa obra „Walden, la vida en los bosques”, escrita a orillas del lago Walden, se quejaba de que, a determinadas horas, se podía oír el ruido del cercano ferrocarril a vapor.
Las nuevas colinas en la isla están colocadas de forma que también puedan resistir una subida del nivel del mar como consecuencia del cambio climático.
Con la incomparable vista desde la isla sobre el Lower Manhattan, el visitante fusiona en su recuerdo de forma inevitable la imagen de las torres gemelas del antiguo World Trade Center.
West 8 Urban Design and Landscape Architecture
Fotos: Timothy Schenck
Renderings: West 8
(14.08.2016)