Arte: hacer posible lo imposible

(Abril 2010) Ya hemos presentado alguna vez artistas que no se ajustan a moldes clásicos. Pero el holandés Karel Vreeburg escapa a cualquier idea que nos podamos hacer sobre un escultor y su obra: tiene un doctorado en Medicina y llegó a la escultura a los 53 años tras un curso de introducción al arte. En sus obras, nos explica con modestia en su email, no hace otra cosa que poner en práctica lo que aprendió en su juventud trabajando de técnico dental. Además, no crea formas a partir del exterior de la piedra sino de su interior.

Hace surgir de la piedra formas fascinantes, que parecen casi imposibles de lograr con semejante material. „Lo que busco en la piedra son elementos matemáticos como torsiones, cintas de Moebius y nudos“, escribe.

Su inspiración viene de Mauritius Escher, y sus mundos tan irracionales y, al mismo tiempo, tan calculados. „Como Escher, no estoy interesado en las fórmulas, sino en el resultado visual que producen.“

„Hidden Sculptures“ („esculturas ocultas“) es el nombre que da a sus obras. Llega a trabajar hasta 300 horas en cada una de ellas y, puesto que las herramientas convencionales no le sirven, ha creado las suyas propias.

Según explica, le encantaría poder realizar alguna de sus obras a gran escala. También le ronda la idea de un proyecto cinematográfico que consistiría en sustituir el material retirado de la piedra con nieve o arena del mismo color que la piedra, y dejar que vaya desapareciendo poco a poco o retirarlo con agua. Sería una bella representación de la creación y desaparición de una obra de arte – „como una especie de movimiento respiratorio“.

También nos confiesa que lamenta un poco no haber estudiado matemáticas o astronomía. Y un dato más: en la Biennale de 2009, en Florencia, su obra recibió el Tercer Premio.

Geometrical Art

Karel Vreeburg

M.C. Escher (1, 2)

Fotos: Karel Vreeburg