(Agosto 2010) „Enclavada en lo alto de la Sierra Madre Oriental, la Casa Torres busca establecer un íntimo contacto con el entorno natural en el que se encuentra“, escriben los planificadores de GLR arquitectos sobre su proyecto en Monterrey, México.
El enclave ni siquiera es visible desde la calle. La mirada del visitante cae sobre una poderosa encina, bajo la que se cobija el bungalow. Detrás, en contraste con el árbol, se encuentra la pared con la puerta de entrada en placas rectangulares de piedra blanca, madera de color marrón claro y latón marrón oscuro. El frente de vidrio de la habitación, con la chimenea a un lado, produce el efecto de una segunda entrada.
El mármol blanco Santo Tomás, que ya se encuentra en la pared de entrada, conduce al visitantes a través de la casa, cubriendo el suelo y elevándose en dos puntos: en la sala de estar, sirve para recubrir la chimenea de media altura; en el cuarto de baño, llega hasta el techo, desde donde emerge sobre el mármol una pequeña cascada. Ésta sirve como sistema de refrigeración y humidificación del aire, ya que en la Sierra Madre, en verano, puede hacer mucho calor.
Parte de los muros interiores y exteriores está cubierta con basalto oscuro. El color de la piedra, su porosidad y sus líneas de unión contrastan con la madera de los árboles que rodean la casa.
La Casa Torres tiene una superficie de unos 550 m² . El mármol fue proporcionado por la empresa Mármol y Arte de Monterrey, especializada en decoración de interiores.
Fotos: Jorge Taboada