(Abril 2013) Como suele suceder, la tarea de los arquitectos en este caso era dotar al edificio de una relación con su entorno. Zoran Zidarić y Tomislav Ćurković, del equipo croata de arquitectos DVA Arhitekta han llevado ese objetivo al límite: en su edificio de viviendas, llamado „Country House“, en Bijaca, al sur de Bosnia-Herzegovina, los bloques parecen surgir de la tierra, y las placas irregulares que cubren el suelo se extienden también en el recubrimiento de las paredes de hormigón.
Las fachadas hacen referencia a las paredes de piedra habituales en las colinas del entorno, y que suelen utilizarse como soporte de las laderas donde se plantan olivares y vinhedos. Para la obra se utilizó piedra local. Este material, junto con la forma sencilla de los 6 bloques, da una apariencia discreta al edificio.
No obstante, la forma irregular de las fachadas dio a los arquitectos la posibilidad de crear un bello contraste. Los nichos de las ventanas están enmarcados por una franja blanca y lisa. Sólo en esa zona se puede reconocer el hormigón original de la construcción. Los arquitectos recibieron un premio el año 2012 por parte de la empresa de cementos y hormigones Cemex.
Las pequeñas áreas entre los bloques están protegidas del viento e invitan a relajarse por las tardes o a reunirse para una barbacoa. Especialmente la casa principal, en la parte más elevada del compleho, ofrece una vistas espectaculares sobre las montañas cercanas. La mayoría de los bloques de 2 plantas están construidos de acuerdo a los estándares para viviendas de bajo consumo, con bombas de calor y un efectivo aislamiento.
Fotos: Robert Leš