(Julio 2012) No es fácil entender lo que Giuliano Giussani pretende expresar con sus esculturas, ya que el artista italiano trabaja la piedra en parte con formas naturales y en parte con estructuras geométricas, e incluso hay piezas que recuerdan a máquinas.
Pero, de alguna manera, sus obras encajan a pesar de todas sus diferencias y, tras haber intercambiado un puñado de emails con él, entendemos de repente lo que intenta representar: son sus observaciones sobre el mundo que le rodea y su mundo interior.
„Considero toda mi vida como un viaje. Viajo con mi cuerpo, mi mente y mis sueños“, nos escribe. Y añadimos: Giussani es una de esas personas para las que el viaje es el destino. „Moverme de una experiencia a otra“, así es como describe su estilo de vida.
Y, de hecho, se ha movido mucho, por ejemplo, visitando simposios de escultores en todo el mundo. En Asia, se ha visto influido por las filosofías locales, y de la misma forma se deja inspirar por esculturas africanas o arte primitivo. Entre los artistas occidentales modernos le gusta, entre otros, Picasso.
A esto se añade una „larga observación de la naturaleza en paseos por la montaña, y una búsqueda de comunicación espiritual con los elementos naturales“.
Su interés particular se dirige a las personas y a su forma de actuar, y esto le lleva al arte de la ingeniería y las máquinas como fuente de inspiración: „Para mí, son el resultado del genio humano imitando a la naturaleza… y superando sus límites.“
Giussani vive en un pueblo en el norte de Italia. A pesar de que no había antecedentes en su familia, supo pronto que lo suyo era la escultura. Un par de años más tarde empezó a visitar una escuela de arte, pero aquello no le satisfacía y aprendió finalmente el oficio en un taller de piedra.
„Mi vida no es una línea recta, sino que ha ido por caminos complicados“, señala como de pasada en un email.
Giuliano Giussani (italiano 1, 2)
Fotos: Giuliano Giussani