Arquitectura: Amedrentados ante la fuerza de la naturaleza

(Julio 2011) Construir en las Azores significa inevitablemente enfrentarse a las fuerzas de la naturaleza. Unas costas acantiladas en las que el mar pega con fuerza, las empinadas laderas de antiguos volcanes y la exuberante vegetación tropical por todas partes.

El despacho lisboeta de arquitectura Aires Mateus y Associados ha recibido el encargo de construir el Centro de Interpretação da Lagoa das Furnas (centro de investigación del lago de Furnas) en las isla de São Miguel. El resultado: unos edificios que se alinean de forma modesta, casi acobardada, a orillas del lago, separados del exterior con un muro de protección, pero con una atmósfera cálida y acogedora en el interior.

Los arquitectos consiguen este efecto mediante la sencilla forma de sus edificios y la determinación de usar de materiales locales.

Sólo hablaremos aquí de los dos edificios principales: el que aloja los laboratorios y los espacios de investigación, y las viviendas. Ambos están situados cerca el uno del otro y se parecen también en la forma: sus bases son rectangulares o, más bien, cubos con ángulos algo distorsionados. Por fuera, muestran un muro de piedra que ofrece acceso a través de llamativas aperturas a ras de suelo.

Este muro exterior se puede interpretar como la empalizada de un fuerte. No obstante, en el interior de esta fortaleza ha entrado lo moderno: en el edificio que acoge los laboratorios, cada uno de los pasillos y de los patios interiores tiene identidad propia, que se ve reflejada de manera evidente en las impresionantes ventanas.

La apariencia de las viviendas, por otro lado, remarca su faceta de edificio de uso colectivo, si bien cada piso dispone de su propio patio como un refugio de privacidad.

El basalto determina la imagen de las paredes exteriores. La piedra volcánica, extraída en las cercanías y aplicada a mano para cubrir las paredes de cemento, es un material característico de las Azores, ya que todas las islas del archipiélago menos una se formaron a partir de antiguos volcanes.

En el interior, las paredes están revestidas de madera. El suelo de los patios interiores está pavimentado con basalto, así como los bajos tejados.

Las Islas Azores se encuentran en el Atlántico, a unos 1500 km de Portugal y unos 4300 km de Virginia (USA). Antiguamente, jugaron un papel importante en el transporte de mercancías desde el Nuevo Mundo.

Aires Mateus & Associados

Fotos: Fernando Guerra