(Agosto 2011) Granicium es el nombre de una nueva piedra artificial alemana: se basa en granito granulado, se deja modelar tan fácilmente como la cerámica, y pulir como la piedra natural. Ha sido desarrollada por la empresa de cerámicas Denk Keramische Werkstätten, con sede en Coburgo. „El material es ideal para creaciones que resultarían demasiado caras en granito, o directamente irrealizables“, senala el director de la empresa, Fabian Denk.
En la producción de Granicium se utiliza granito molido, de forma que quede una especie de harina, con granos de diversos tamaños. Se pueden utilizar desechos de la cantera. A esta especie de harina se le añaden unos cultivos de levadura y un agua especial. Al contrario que en la panadería, la levadura no hace que la masa quede esponjosa sino que actúa únicamente como adhesivo.
Este adhesivo es necesario para que la harina mantenga la forma que se le de. Esta pieza se somete más tarde a la presión de prensas hidráulicas para fijar su forma. Reconocemos el proceso: en la elaboración de Granicium se imitan las condiciones del interior de la tierra, donde se encuentra la masa volcánica que representa el punto de partida para el granito.
La pieza se deja secar durante unas dos semanas. Más tarde, pasa a un horno de 1300 grados, al igual que el interior de la tierra, y, más tarde, se aglomeran el granulado, es decir, las partículas de cuarzo de la masa de granito se cuecen y se unen unas a otras.
Los cultivos de levadura se queman. Los agujeros que se crean en su lugar se rellenan con el producto que los rodea. Este proceso resulta decisivo para otorgar al material su dureza, durabilidad y su resistencia a las heladas.
En vistas de la elaboradísima producción de Granicium, se puede adivinar que no se trata de un material que compita con el granito natural. „Tiene su mercado allí donde se requiera la libertad de la cerámica y las propiedades materiales de la piedra natural“, explica Fabian Denk.
Fotos: Denk Keramische Werkstätten.