(Enero 2012) Éste tipo de clientela es poco habitual para la industria de la piedra natural: en 2008, la organización ecologista Greenpeace colocó toneladas de bloques de piedra frente a la costa alemana del Mar del Norte. Procedían de canteras suecas y noruegas o eran bloques erráticos de Alemania. Con esta acción, se pretendía crear un nuevo hábitat con rocas de granito donde se pudiera asentar fauna marina.
Investigaciones recientes han demostrado que la idea ha funcionado: algas, caracoles de mar e incluso pequeños cangrejos ocupan ahora esos bloques de piedra.
La acción se llevó a cabo sobre el llamado „arrecife de Sylt“, una zona marina protegida a unos 65 km de la isla alemana de Sylt. Pese a su estatus de zona protegida, según Greenpeace, los pescadores y la empresas de obtención de grava han seguido utilizándolo como fuente de materia prima y, de esta manera, habían destruido el hábitat natural de muchas especies marinas.
En su forma natural, este tipo de arrecifes consisten en grandes bloques de piedra, depositados en el mar por los glaciares de la era de hielo. Estas zonas se consideran „oasis“ del fondo de los mares, frente al inhóspito suelo de arena. Normalmente, están poblados por diversas especies que viven ahí o tienen ahí su vivero.
Con esta acción, Greenpeace quiso restaurar una pequeña parte del arrecife. Para ello, se hundieron en el mar 320 bloques de roca a 30 metros de profundidad.
Greenpeace (alemán)
Vídeo (alemán)