(Agosto 2012) Hay que explicar el nombre con el que la asociación más grande del sector en Turquía titula su presencia en la feria del mueble de Milán: „Así habló el mármol: El viaje te transforma“. Se trata, explicado de forma muy simplificada, de un proyecto de márketing con la colaboración de 9 diseñadores internacionales, que muestran ejemplos del uso del mármol turco en arquitectura y diseño interior. El objetivo era, además, demostrar el nivel de la industria turca de la piedra.
Pero todo ello también con un reto artístico, ya que los diseñadores tenían que „revelar la fuerza simbólica y espiritual del material“, tal y como se informa en el comunicado de prensa. El punto de partida era la idea de que el mármol ha acompañado a la humanidad durante todo su viaje y, por lo tanto, se le podría otorgar el papel de un viejo sabio que ha almacenado su sabiduría a lo largo de la historia.
Un sabio semejante fue Zaratustra, que jugó un papel importante hace unos 3000 años en la región de la actual Turquía y en India. El filósofo Friedrich Nietzsche (1844-1900) eligió para una de sus obras el distintivo título de „Así habló Zaratustra“.
En el proyecto participaron Istanbul Mineral Exporter’s Association (IMIB) y Aegean Mineral Exporter’s Association (EMIB). Los comisarios de la exposición, es decir, los encargados del concepto y la realización fue el estudio de diseño Demirden Design, de Estambul. El proyecto se mostró por primera vez en la feria del mueble en Milán en abril de este año, y es posible que se exponga en otros lugares en el futuro.
Fotos: Franco Chimenti
„Love’s Gazebo“ (Pérgola del amor), es el nombre que da el alemán Werner Aisslinger a su obra, que recuerda a un juego de construcción. Las 200 piezas que lo forman, cada una de unos 10 kg de peso, se componen de un sandwich de 2 placas de mármol White Kavaklidere con un refuerzo de aluminio en el medio.
En „Recollection“ (Recuerdos), Can Yalman, de Estambul, ha colocado dos paredes de mármol Marmara una frente a la otra, que parecen un positivo y un negativo. Están formadas por 4 placas, de 250×40 cm cada una, con 2 cm de grosor. En el suelo debería colocarse la piedra negra Alexandrette Black, pero en la foto es sólo madera.
„Unity“ (Unidad) de Birsel + Seck (Turquía, Francia) es una obra compuesta de 200 piezas octágonales de mármol Kemalpasa White. Los elementos se unen en 10 hileras hasta formar una cúpula, tal y como se encuentran en muchas ciudades turcas.
„Suspense“ es el nombre de la obra del británico James Irvine. Su mesa, que no está de pie sino colgada, es un mueble compuesto de una placa de mármol Deep Blue. El „techo“ lleva unas largas tiras de ónix translúcido White. El conjunto está pensado para transmitir un estilo de vida mediterráneo.
„Enlightenment“ (Iluminación), del suizo Alfredo Häberli, está pensado para ser una especie de laberinto con muchos detalles en mármol. Al entrar en los espacios se encuentran, por ejemplo, columnas de distintos tamaños y diversos tipos de piedra.
Los diseñadores españoles de El Último Grito querían ofrecer una vista de pájaro sobre un paisaje campestre. Su obra, „Vistas“, sirve como lugar para sentarse y está compuesto de triángulos situados a diversas alturas. En la subestructura de mármol se utilizaron unos 15 tipos distintos con diversas superficies.
En „Excitement“ (Agitación), Richard Hutten, de Holanda, presentó una caja de transporte de madera, construida en su interior como un largo y estrecho pasadizo de unos 10 m. Las paredes y el suelo están recubiertos de piedra en la que se han colocado elaboradas incrustaciones. Se utilizaron unos 20 tipos de mármol.
El equipo de Demirden Design, de Estambul, aportó una mesa de banquete realizada con los mármoles Kavaklidere White como encimera de mesa y Black Pearl en el suelo. La instalación, que lleva el título de „Celebration“ (Celebración), pretende representar la hospitalidad mediterránea y tematizar la tradición de compartir las comidas en una gran mesa.
„Finality“ (Finalidad), de Emre Arolat (Turquía) era un pasillo oscuro a través de paredes con Dark Olive Marble y ónix en el suelo.
Por cierto, también los músicos se apropiaron de la frase „Así habló Zaratustra“: Richard Strauss (1864-1949) compuso una famosa pieza para orquesta sobre el tema, a la que Eumir Deodato le dio un toque roquero en los años 70.