Stone Stories: „Estamos vivos, ¡y eso es lo que importa!“

(Agosto 2012) Llevábamos tiempo reuniendo material para un artículo sobre la empresa italiana Budri, que se puede calificar como la más creativa del negocio de la piedra. Queríamos escribir por ejemplo sobre su colección con el irónico nombre de „budri woogie“, que demuestra el espíritu de diversión típico del jefe de la empresa, Gian Marco Budri, su mujer Alessandra Malagoli y de los diseñadores, arquitectos y artistas con los que colaboran.

Budri es una empresa activa a nivel internacional en el sector de alta gama, es decir, en la decoración de interiores exclusivos con piedra natural. Poco de los productos que producen llega al gran público, puesto que sus clientes son reacios a mostrar su vida privada.

Pero ahora tenemos que hablar de Budri por otra razón, ya que la empresa fue una de las afectadas por el terremoto del 29 de mayo, que destruyó gran parte de su fábrica en Mirandola. En total, se produjeron en la región de Módena al menos 16 víctimas mortales. 14.000 personas perdieron sus viviendas. La región no se había considerado hasta entonces amenazada por movimientos sísmicos.

En Budri no se produjeron daños personales, pero los daños en edificios y maquinaria se han valorado en unos 6 millones de €.

Desde entonces, la empresa ha vuelto a retomar su producción, pero no en Mirandola, donde sigue estando la dirección de la empresa y los showrooms, sino a 120 km en Cavaion Veronese, al norte de Verona.

Por la sencilla razón de que, tras el 29 de mayo, no había otra alternativa en la zona.

Tan sólo un mes después del terremoto, el 29 de junio, empezó la producción en el nuevo taller. Naturalmente, acompañada de comida y bebida para amigos y socios. „Estamos vivos, ¡y eso es lo que importa!“, era el lema de la invitación.

Queremos mencionar brevemente el gran esfuerzo logístico que se esconde tras el rápido reinicio de la actividad. Empezó con la búsqueda de una localización adecuada, y continuó con el traslado de la maquinaria conservada y la sustitución de la destruida, pasando por dar solución a la cuestión de cómo iban a cubrir los trabajadores el trayecto entre su lugar de residencia y el nuevo taller.

En la reapertura, el matrimonio Budri agradeció especialmente „los muchos mensajes de solidaridad“, que han recibido de todo el mundo.

Y en la invitación ya resonaba esa alegría de vivir típica de la empresa que conocemos: „El terremoto somos nosotros“, estaba escrito en la tarjeta.

Una cosa está clara: la dirección de la empresa y los showrooms se quedan en Mirandola, a pesar de las difíciles circunstancias. La producción se retomará allí tan pronto como sea posible, „pero seguro que no antes de 2014“.

Budri

Fotos: Budri