Arquitectura: Líneas curvas atraviesan la fachada

(Octubre 2012) Noruega tiene sus cosas particulares, algunas de ellas realmente impresionantes, otras simplemente lindas. Las costas del país son abrumadoras, con una longitud de 25.000 km, con esa gran cantidad de fiordos que se internan en cortes profundos en las montañas cerca del mar.

Lindas resultan las ciudades, „by“ en la lengua local: la más grande de ellas es la capital, Oslo, con unos 500.000 habitantes. Le siguen lugares que en otros países serían considerados como pueblecitos.

Brekstad es uno de estos lugares. Según la Wikipedia, tiene poco más de 1800 habitantes, pero aquí se muestra una de la particularidades noruegas: muchas de estas „byer“ (plural de „by“) tienen un „kultursenter“ („centro cultural“), con programas que normalmente se ofrecen sólo en una gran ciudad.

En Brekstad, en el fiordo de Trondheim, se encuentra el Ørland Kultursenter, finalizado en 2009 y está revestido con pizarra Otta local (geológicamente correcto: esquisto de filita).

Los arquitectos de pka Arkitekter, junto con la empresa Minera Skifer, dieron con una solución innovadora para reducir los costes.

Para empezar, dejaron uno de los lados de la piedra tal y como estaba en su estado natural, y cortaron rectos los otros 3 lados. Con esto consiguieron reducir la elaboración.

Además, utilizaron baldosas de tres anchos distintos (40, 50 y 70 cm), mejorando así el rendimiento conseguido de la materia prima. La placas tienen un grosor de entre 12 y 18 mm.

Algunos pretenden ver en las líneas curvas las olas que se estrellan contra los fiordos. En cualquier caso, la fachada resulta mucho viva, si bien también salvaje y áspera.

El hecho de que el material apenas requiere mantenimiento y se caracteriza por su longevidad, repercute también de forma positiva a largo plazo en los costes.

La subestructura consiste en placas de madera contrachapada con aislamiento térmico y ventilación. Una fina película sirve para proteger la mampostería de la lluvia. Si hubieran utilizado acero para la subesctructura, los costes habrían sido mucho más elevados: el viento de la costa contiene sal del agua del mar, y habría requerido una aleación especial del metal.

La piedra está fijada a la estructura de soporte con 3 o 4 clavos: dos clavos superiores para marcar la posición y uno o 2 en la parte inferior que impiden que el viento arranque la baldosa, ya que los lados no cortados de la misma sobresalen y se superponen, y las frecuentes ráfagas de viento chocan contra esa superficie.

El mismo tipo de pared se encuentra en el interior del edificio.

La foto muestra la entrada principal, con el suelo cubierto de pizarra.

El centro cultural dispone de tres pisos más una planta subterránea de 6500 m². También alberga un teatro con capacidad para 445 plazas, un cine con 135 asientos, una biblioteca, una galería y diversos espacios que se pueden usar, por ejemplo, para exposiciones.

En el complejo se encuentran también un hotel con 17 habitaciones y dos suites, así como 8 viviendas de entre 50 y 135 m², lo que también aporta un valor a la localidad.

Finalmente, en el patio interior se encuentran un jardín japonés y una terraza.

El presupuesto total alcanzó los 65 millones de euros.

pka Arkitekter

Minera Skifer

Ørland Kultursenter (noruego)

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