(Octubre 2012) Como si estuviera entre el cielo y la tierra, así se siente el excursionista en el Rigi, en Suiza, cuando los valles alrededor de este macizo montañoso se llenan de niebla pero, a 1450 m de altura, el aire es puro y las vistas muy nítidas. Desde hace poco, uno se puede también sentir como una mezcla de pájaro y pez: el nuevo Rigi-Kaltbad permite disfrutar de unas fantásticas vistas sobre el Lago de los Cuatro Cantones y los Alpes desde la parte exterior de una de sus piscinas.
Mario Botta es el arquitecto del complejo. Ya se había encargado de varios edificios en piedra natural, entre otros, la iglesia de la localidad suiza de Mogno. En el Rigi-Kaltbad domina el granito Duke White, procedente del Valle d’Ossola. Para el techo acústico interior se utilizó madera de arce. Y, por supuesto, hay grandes cantidades de agua en el balneario mineral y el spa.
Debido a ese agua, empezó en el año 1545 el turismo de balneario en Rigi, tras construirse una capilla cerca de la fuente de agua mineral. Ese agua era demasiado fría para baños curativos; pero las leyendas sobre lugares similares en Suiza caldearon el corazón de la gente y empezaron a circular historias como la de un ciervo cojo que se bañaba allí cada día y se acabó curando.
Pero el verdadero boom se vivió en el siglo XIX, cuando se construyó el tren alpino. Desde entonces, Rigi, con unos 600.000 visitantes por año, se cuenta entre las montañas favoritas de Suiza. La cumbre del macizo se encuentra a casi 1800 m de altura.
En el nuevo balneario se encuentra también la plaza del pueblo, con baldosas del mismo tipo de granito. La plaza es el tejado bajo el que se encuentra ese mundo acuático, compartido con la montaña. El municipio participó en los costes del proyecto con 1,25 millones de CHF (~1,2 millones de €, ~1,6 millones de US-$), ya que, con la plaza, consiguen una terraza de casi 80 m de largo con vistas. También recibieron apoyo financiero por parte del gobierno regional y de los cantones de Lucerna y Schwyz.
También resultan llamativas las claraboyas de vidrio, que recuerdan a los cristals de cuarzo, y dirigen la luz hacua el interior del spa, dos pisos más abajo. Allí, algunos de los espacios tienen la apariencia de un nicho en la roca.
La piedra fue proporcionada por la empresa italiana Testi Fratelli. Los trabajos en piedra fueron realizados por la suiza Natursteine Wüst AG. El grosor de la piedra utilizada en el interior y el exterior del edificio es de 8 cm. La parte frontal es rugosa.
La fachada que da al valle está recubierta con placas de piedra. Esto, por un lado, consigue quebrar la fuerza de la luz del sol a estas alturas y, por otro, integra la imagen del complejo con la de la montaña.
Rigi-Kaltbad ofrece el programa completo habitual en este tipo de balnearios: sauna de hierbas, sauna, duchas dirigidas a la nuca, jacuzzi, cama de burbujas, etc… Las aguas en las que se bañan los visitantes proceden de la fuente de agua mineral de las Tres Hermanas. Para el suministro de energía se cuenta con madera procedente de bosques de gestión ecológica de los alrededores.
Los costes totales se elevaron a unos 30 millones de CHF (24,8 milliones de €, 32,3 milliones de US-$). La empresa propietaria es Real Estate Switzerland, del grupo inversor Credit Suisse (CSA RES).
Video (Schwyzerdütsch)
Kirche in Mogno, Schweiz
Fotos: BlueWaterCom