(Febrero 2013) Este edificio de oficinas en Ámsterdam le da la vuelta a una ley fundamental, que indica que los cuerpos pesados se colocan abajo y los ligeros, arriba. La fachada de The Rock mantiene lo contrario: en este llamativo edificio de 94 m de altura, las superficies de cristal y aluminio se encuentran abajo y las placas de piedra en las alturas.
De esta forma, los arquitectos del despacho holandés Erick van Egeraat perseguían varios objetivos, por ejemplo, que los despachos inferiores reciban la mayor cantidad de luz posible. Con la piedra a partir del 15º piso, quieren dar una sensación de solidez al edificio.
Además, el edificio resulta inconfundible por su inusual perfil y hace publicidad así de si mismo. Harry Kurzhals, del grupo de arquitectos, describe la idea con el juego de palabras „Rock on Ice“ (Roca sobre hielo): „Hoy en día, hay muchos edificios de oficinas que consisten en colocar los mismos cubículos de vidrio uno al lado de otro“. Los arquitectos quisieron alejarse de este concepto.
También querían que los inquilinos pudieran localizar sus despachos en la parte delantera.
Pero, puesto que las leyes de la naturaleza no se dejan vencer tan fácilmente, tuvieron que desarrollar un novedoso concepto para la fachada. En relación a la piedra, esto significa que no se podían usar las habituales placas, sino sólo una fina capa de grava colocada sobre una base.
La piedra utilizada son fragmentos de Serpentino Verde, procedente del valle italiano del Valtellina, cerca del lago Como.
El nombre el edificio está bien merecido, sin duda. Se podría comparar con una roca enorme, tal y como se encuentran en algunos parques naturales. En la parte inferior, la fachada presenta un grueso bulto, como un especie de „barriga“. El contraste entre el claro aluminio y el cristal moldeado caracterizan la imagen de esa parte.
La mitad superior del edificio se podría comparar con la pared escarpada y accidentada de una roca en cualquier zona de alta montaña. Las placas de piedra, con diversos tamaños de grano desde rocoso hasta pulido, parecen reproducir los efectos del viento y el clima. También encontramos salientes y colgantes.
La espuma de vidrio se encuentra en la base de las placas de la fachada. Sobre ella, se ha colocado con adhesivo una capa de grava. Entre las dos partes se encuentran diversas capas con distintas funciones.
Estas placas, llamadas Composite Relief Sandwich (CRS), han sido desarrolladas y fabricadas por la empresa Polyproducts, con el Dr. Albert ten Busschen como Director Técnico. La instalación corrió a cargo de Scheldebouw, una empresa filial de la italiana Permasteelisa Central Europe (PCE), con Bert Schlösser como Jefe de Proyecto.
El objetivo de los inusuales materiales y de su composición en forma de sandwich no era sólo conseguir un peso bajo (30 kg/m²), sino también mejores condiciones para resistir el mal tiempo, el viento y el fuego.
Durante aproximadamente un año y medio, se llevaron a cabo pruebas de laboratorio, entre otros, por parte del British Research Institute (BRE). El fabricante ha otorgado una garantía de 10 años para las placas y menciona entre 60 y 100 años de duración.
Los elementos fueron colocados en la fachada en grandes partes semiacabadas. En total, se fabricaron 7500 m² de placas cubiertas de grava.
En el recinto de entrada, las paredes y los suelos están cubiertos con placas de piedra reales de diversos y selectos tipos de piedra. La empresa Kolen Natuursteen se encargó de proporcionar y colocar las placas.
El edificio se encuentra en el centro de una zona en desarrollo llamada Zuidas, al sur de la ciudad. Allí se está creando un nuevo centro de negocios, con zona residencial y de ocio. Nueve arquitectos internacionales fueron invitados a presentar sus diseños para „vibrantes“ rascacielos en la zona que lleva el nombre del compositor Gustav Mahler en este nuevo barrio, según se indica en una descripción del proyecto. Por esta razón, algunos se refieren a „The Rock“ como „Mahler 4“.