(Marzo 2013) La empresa EcoGranite, de Estados Unidos, utiliza para sus productos únicamente residuos de la producción de piedra y ha conseguido desarrollar un exitoso negocio a partir de este material. La demanda es muy alta, la gama de productos disponibles es variada y la materia prima se consigue a precios estables. La empresa, que empezó hace 9 años como ramificación de una empresa de construcción, da trabajo a 10 empleados fijos.
Gran parte del éxito lo aporta el propio material con sus propiedades, ya que la piedra no pierde su valor ni su aspecto tras un primer uso.
Y esto la diferencia de otros materiales. El papel, por ejemplo, queda de un color grisáceo tras el proceso de reciclado y requiere del uso de blanqueadores para recuperar un aspecto presentable. Además, sus fibras se acortan, lo que reduce su calidad.
„Downcycling“ es el nombre que se da al proceso por el cual el material pierde calidad tras cada ciclo de vida.
Pero esto no es aplicable para la piedra natural. Lo único que se reduce con cada uso es el tamaño de las piezas, pero incluso en la etapa final se conserva tanto la funcionalidad como el valor decorativo: por ejemplo, la grava que se utiliza para asfaltar calles se suele usar también en muchos parques para decorar espacios con plantas. Los fragmentos de pizarra se suelen usar también como abono orgánico para árboles.
David Popp, director y fundador de EcoGranite, resalta la capacidad del material para mantener su valor de forma duradera. Respondiendo a nuestra pregunta, nos escribe que sus clientes no son „eco-freaks“: „La gente quiere comprar nuestros productos (…) por su alta calidad y porque están hechos con piedra natural.“
La piedra sigue siendo piedra, por decirlo así, y mantiene sus propiedades y su especial apariencia. Además, señala David Popp, puesto que la materia prima no tiene un precio elevado, la mayoría de sus productos no son más caros que el hormigón. Y, en el caso de que lo sean, sigue ganando el argumento de su belleza.
EcoGranite utiliza restos procedentes sobre todo de la producción de lápidas funerarias y de los derribos, donde las empresas suelen apreciar el hecho de poder librarse de los desechos. El factor de costes más importante es el trabajo manual: cada piedra debe ser recogida, descargada, seleccionada y elaborada.
Otro factor que también aumenta los costes es el transporte que, al mismo tiempo, limita los tipos de materia prima a los que se tiene acceso. EcoGranite, con sede en Farmington Hills (Michigan), no utiliza, por ejemplo, material procedente de canteras, ya que no las hay en su entorno.
En lo que se refiere a maquinaria, David Popp dispone de los aparatos habituales, desde la sierra hasta la mesa de pulido. Además de prensas con las que se fabrican cubiertas para suelos o finas…
La principal característica del modelo de negocio de EcoGranite es que no producen residuos. Por esta razón, la cartera de productos es muy amplia. No obstante, esto hace también que el negocio dependa de la temporada, explica David Popp: „En invierno, baja la demanda de pavimentos, pero aumenta la de objetos decorativos y revestimientos para paredes porque la gente busca actividades que pueda realizar dentro de casa.“
¿Y no teme que otras personas copien su modelo y, al final, la materia prima sea escasa? „Cualquier competidor es bienvenido. Y creo que en los Estados Unidos aún hay mucho margen de crecimiento en el sector del reciclaje de la piedra“, nos responde.
Fotos: EcoGranite