(Octubre 2011) Los artistas dicen a menudo que el bloque sin elaborar ya contenía la escultura. El escultor sólo ha tenido que extraerla de alguna forma. Esta afirmación se suele atribuir a Miguel Ángel.
Frente a éste, el americano Marc Carroll se presenta refrescantemente sobrio. Empezando por el hecho de que sólo pretende ofrecer al material una plataforma, por ejemplo, en sus trabajos en onix. („La belleza de la piedra de Arizona es el tema; la forma es secundaria“). Además, sus formas se inspiran en principios matemáticos („Me gusta la perfección de la geometría“); y también realiza obras por encargo para las que se ocupa también de la entrega y colocación de la obra y da consejos a los clientes sobre cuidados y mantenimiento.
Los padres de Carroll eran artistas. El padre modelaba figuras para iglesias; la madre era pintora de paisajes. Él estudió Arte e Interpretación, y trabajó como profesor de arte. En una etapa profesional posterior, trabajó para un museo de ciencia donde, por ejemplo, se encargaba de crear un modelo de arqueoptérix en base a los hallazgos fósiles. También trabajó en la industria del juguete como diseñador de prototipos.
También fue decisivo para su desarrollo artístico el viaje que realizó a pie por los dos caminos de largo recorrido que componen el Appalachian Trail, en la costa este de los Estados Unidos. Este famoso camino discurre por las cumbres de los Apalaches, y atraviesa 14 estados desde Georgia hasta Maine. Algunos montañeros, llamados „thru-hikers“, llegan a recorrer la distancia total de 3500 km de una vez en 5 meses. Así lo hizo también Carroll.
Esta experiencia en la naturaleza influyó en su mirada sobre las formas y los materiales, dice. Si se observa con atención cómo actúa la naturaleza sobre la piedra a través del viento y el agua, entonces se entiende lo que debería hacer uno como escultor, dice, por analogía.
Más adelante, Carroll se trasladó a Arizona y creó allí The Sculpture Studio. Ahora lleva ya casi 30 años de carrera como profesor de arte y artista.
Si bien encara su trabajo sin dogmas, Carroll querría que el artista trabajase bajo el principio de „fidelidad al material“ de Henry Moore: „Habría que dejar que la piedra sea piedra, con todas su particularidades“, escribe.
Fotos: The Sculpture Studio
