(Octubre 2011) El diseñador italiano Raffaello Galiotto, junto con la empresa Arredo di Pietra, ha creado „Pets Village“ („Pueblo de mascotas“), presentado en la feria AbitaMi de Milán a principios de septiembre. Se trata de pequeñas mansiones para mascotas o casas para pájaros. Es más: por la distribución de estas pequeñas viviendas en la feria, daba la impresión de estar contemplando la silueta de un pequeño pueblo.
El tamaño de las casitas para perros es de 40 cm de ancho, 55 cm de alto y 70 cm e largo. Hay dos variantes más pequeñas. En el interior, tanto el suelo como las paredes están revestidos de paneles de madera que se pueden extraer para limpiar. En la pared trasera hay agujeros para la ventilación y para la salida de agua.
El diseñador ha desarrollado todo tipo de variantes en cuanto a la decoración: tejados tipo „fábrica“, escaleras en la entrada, alas laterales como complemento de la estructura principal. Lo que no hay son puertas de acceso. La boca del león permanece abierta, por así decirlo.
Las casas para pájaros se han colocado sobre obeliscos, torres o chimeneas. Al lado, se encuentran cubículos para el agua y el baño.
El material utilizado es travertino de la empresa Arredo di Pietra. Por supuesto, tanto el proveedor de la piedra como el diseñador ha pensado en la suciedad y el ruido que puede producir una mascota. La piedra está tratada con el sistema Redoxstone, que se utiliza para aplicar nanopartículas a una superficie. En este caso se trata de dióxido de titanio. Este compuesto químico, presente en la naturaleza y muy utilizado en la industria, hace que las partículas orgánicas de suciedad se descompongan bajo el efecto de la luz del sol y se puedan retirar con agua. Las nanopartículas protegen también de las infecciones por microorganismos. Además, pueden absorber olores. Este proceso ha sido desarrollado por los laboratorios italianos Infinity TiO2 Lab.
Cómo reaccionarán los animales a estas viviendas es algo que aún está por ver. Pero, en el caso de que se encuentren a gusto en ellas, existe el potencial de un conflicto familiar, ya que los niños seguro que verán „Pets Village“ como un juguete ideal.
Guau guau.
Fotos: Raffaello Galiotto